Cocksucker Blues: los muchachos salen de gira.

Irónica foto. Keith Richards posando a lado de un cartel que dice: "Paciencia, por favor. Una América libre de drogas es lo primero."

Las bandas de rock siempre han gustado de los documentales. Mandarse hacer películas serviciales que den fe de su talento o que glorifiquen su historia. Pero sólo con “Cocksucker Blues” (1972) de Robert Frank, el documental sobre rock mostró tal sinceridad que resultó vetado por quienes lo habían encargado: The Rolling Stones.

En 1969, una persona fue acuchillado mientras los Rolling Stones tocaban "Simpathy for the Devil" en el decadente Altamont Free Concert. Picones por no haber participado en Woodstock, a pesar de haber sido invitados, los Stones se propusieron hacer su propio festival, pero el resultado fue un desmadre total: un homicidio, dos muertos por accidentes, cientos de casos de sobredosis y violencia entre los hippies y la pandilla de motociclistas Hell Angels, contratados como personal de seguridad. Así pues la imagen de la banda había quedado dañada en los Estados Unidos. Las autoridades que nunca gustaron del rock and roll ni mucho menos de los movimientos pélvicos de Mick Jagger, los tenían en la mira y harían todo lo posible para impedir el ingreso de estos ingleses indeseables si volvían a pasarse de la raya.

En 1972, emprenderían una muy publicitada gira por Estados Unidos con el álbum “Exile in Main Street”, hoy para muchos su última obra maestra. Los Stones estaban en la cima de la popularidad, con The Beatles fuera de combate, comenzaron a ser llamados “la banda de rock más grande del mundo”, ya sólo les faltaba desprenderse de la fama de “chicos malos” que les enrostraban cada vez que ocurrían desmanes en sus conciertos. Sin embargo, tal vez ingenuamente llamaron a Robert Frank para hacer el documental de la gira. Si lo que quieres es dar una imagen amable de tu banda, que sea del agrado de los padres de tus fans, no se te ocurra contratar a Robert Frank. Él te apuñalará con su cámara por la espalda y con los pantalones abajo.

Robert Frank nació en una acomodada familia judía de Suiza que se mantuvo a salvo de la persecución nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Se inició como aprendiz de un fotógrafo vecino de su edificio y a los 23 años emigró a Estados Unidos disgustado con la vida materialista que le ofrecía su familia. En 1948, viviendo como fotógrafo de modas en New York, se desanima del Sueño Americano al comprobar que sólo se trataba de competer por el dinero. Decide entonces seguir viajar y llega a los andes peruanos donde fotografía caminos polvorientos y campesinos en movimiento. Envía las fotos como regalo de cumpleaños a su mamá y otras las publicaría en un libro.

Regresa a Estados Unidos y hace malas juntas con Jack Kerouac y Allen Ginsberg de ese grupúsculo de escritores beatnik que gustaban aguarle la fiesta a la América de los 50´s, devota de la prosperidad. Frank comienza a recorrer Estados Unidos para retratar las tensiones raciales y de clase que contradecían ese optimismo. Su lente se desvía de las técnicas de fotografías aceptadas en su época, prefiere la penumbra, el desenfoque, la velocidad. Resultado de esta experiencia fue su libro más importante “The Americans” (1958) que muestra un Estados Unidos desolado y borroso.

En complicidad con su amigos Kerouac y Ginsberg se inicia en el cine con “Pull my Daisy” (1959) y haría otras películas incórdiales con el mainstream, hasta que conoce a los Rolling Stones para quienes fotografía lo que sería portada de “Exile on Main Street”. Después Robert Frank sería invitado a unirse al séquito de artistas, entre los que estaba también un alcohólico Truman Capote, con acceso total para documentar la gira. La libérrima pero discreta cámara de Frank en The Rolling Stones American Tour 1972 se deslizaría entre camerinos, cuartos de hotel, aviones y escenarios. El resultado sería “Cocksucker blues”, su película más conocida y sin embargo la única que hasta hoy no se estrena oficialmente.

"Cocksucker blues" ("El blues del chupapenes") es el título de una canción censurada, aquella que Jagger compuso en plan de joda y sólo por cumplir. El contrato de la banda con la disquera Decca se saldó con un tema sobre un homosexual que busca sexo en Londres, contada en los términos más directos. La elección de este título ya nos anticipa que Frank eligió el camino menos amigable: mostrar a la banda y sus acompañantes con una franqueza obscena.

“Cocksucker blues” es una muestra de lo que podía pasar cada vez que los Stones se montaban en la ruta. Los vemos en muchas situaciones que la mayoría de veces suceden lejos del escenario. La banda, el personal de la gira, los ejecutivos, los músicos de apoyo y, por supuesto, las groupies, se mezclan y conviven por semanas. Todo está permitido y el tiempo pasa demasiado lento, "Cocksucker blues" está hecha en parte de los ratos-de-terrible-aburrimiento que toda gira debe tener. Aquellos momentos en los que se mata el tiempo bebiendo, jugando a las cartas, drogándose o teniendo sexo en público con las fans más complacientes.

De tiempo en tiempo arriban a una ciudad, Jagger y Richards se maquillan, una rayita de coca y suben al escenario. "Cocksucker blues" registra presentaciones tanto deplorables, como Jagger cantando "Brown Sugar" en el peor estado de su voz, como soberbias como la versión de "Midnight Rambler" con Jagger en dominio de la armónica. En estos momentos la cámara de Frank baja al nivel del público, maravillada como todos de una banda brillante. Sigue bajando, espera afuera y cuando todo ha terminado conversa con el público, con los que no lograron entrar, con los revendedores. Y sigue descendiendo hasta toparse con los fans más marginales, aquellos que perdieron todo por el rock and roll y las drogas.

Nuevamente en el avión, los Stones y su gente cogen unos instrumentos y montan una fiesta con toda la intención de terminarla en orgía. Alguien levanta a una chica y comienza a quitarle la ropa, mientras ella se resiste entre carcajadas. Corte. El caos ya terminó: una muchacha se levanta del suelo con una mancha de semen en la espalda. El sexo es uno de los temas principales. En una de las primeras imágenes del film vemos a Jagger tocándose las bolas (por debajo del pantalón). Hay otras escenas de este tipo, pero no es nada de qué extrañarse y el sexo tampoco se libra de cierto tufo a tedio.

La otra gran pasión del personal son las drogas, y aquí vemos a Jagger y Richards fumando, aspirando o inyectándose en colectivo o como solistas. "Cocksucker blues" desmitifica a la estrella de rock, muestra lo que todos quieren ven, lo que incluso ya sospechaban, pero que nadie imaginaba tuviera tanto de soledad y aburrimiento. Los Stones son soldados que matan las horas hasta que son llamados nuevamente al frente. El brillo de las estrellas a veces es opaco.

Al ver el trabajo terminado, Jagger le dijo a Frank: "Hiciste un excelente película pero si dejamos que se presente en América, nunca más nos dejarán entrar". Entonces emprendieron una demanda para tomar control del documental y, desde luego, Frank perdió. Sin embargo, el “salomónico” veredicto permitía que "Cocksucker blues" se proyecte cinco veces al año siempre y cuando el director esté presente en la sala. No sabemos si Frank sacó provecho de esto y decidió convertirse en un cineasta viajero con los rollos de su película bajo el brazo. Lo que sí es seguro es que inmediatamente los fanáticos tomaron nota y corrieron rumores que "Cocksucker blues" era el mejor documental sobre rock and roll alguna vez filmado (y casi nunca visto). La película circuló por años en el mercado negro de Estados Unidos a través de copias en video. Ahora está disponible a todos pues algún anónimo la puso en libertad en Internet (tal vez fue el mismo Frank, quien sabe).

Seguramente "Cocksucker blues" será algún día estrenada por todo lo alto. Aunque para la leyenda de esta película subterránea ya poca importa volverse oficial. Además los Rolling Stones son ahora unos ancianos indestructibles con nada que perder, pues vencieron a todos, inclusive a ellos mismos.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero ver ese documental, tienes que prestármelo!!!, por cierto, felicitaciones desde tacna, me gusta tu blog...

Anónimo dijo...

Al administrador de este Blog: Perdón por publicar aquí, quería comunicarme contigo y no encontraba un mail de contacto.
Soy el webmaster de Foroarte.com, un portal de foros y contenidos sobre cine, música y literatura que ya cuenta con 8000 visitas diarias. Te escribo porque quiero ofrecerte un espacio en Foroarte para publicar críticas o artículos relacionados con el cine. Si te interesa, te pido que me escribas a foroartista@yahoo.com.ar

Gracias!
Guillermo

Antolín Prieto dijo...

Interesante, gracias por la visita, a te agregue a mis vinculos.

sarrionet dijo...

Enhorabuena por estos enlaces sobre cine y rock,echo de menos una pagina con estas caracteristicas,y ha sido una sorpresa encontrarme con estos enlaces,especialmente el de Monterrey y es de Cocksuker Blues.Gracias.

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

muy bueno el articulo, es un documental muy interesante. es totalmente el mejor documental de rock ya que muestra la realidad.
pero en el inicio, dice que los hell's angels mataron a meredith hunter mientras los stones tocaban "sympathy for the devil", y eso es incorrecto, ya que yo tengo "gimme shelter", de 1969, y cuando los hell's angels mataron a hunter, los stones terminaban de tocar "under my thumb"
igual muy bueno, saludos