Faster Pussycat Kill! Kill!
“Faster Pussycat Kill! Kill!” (1965) es un puñado de fantasías sexuales impresas en celuloide. En ella, su director, Russ Meyer, a quién dirigir películas le excitaba, según confesión, terminó de hacer carne a las temibles criaturas que poblaban su filmografía. Mujeres preeminentes cuyos cuerpos ofrecían variedad de ángulos a la cámara desde donde colmar el ecran con piernas, caderas y, muy en especial, tetas superlativas. Sin embargo, la intención no era solamente exhibirlas, simpatizante de la liberación femenina, Meyer compuso a las más liberadas de entre las damas: respondonas, temerarias, mandonas, malhumoradas, aficionadas a los vehículos motorizados y a las peleas, y por supuesto, expeditivas en materia de sexo. Mucho antes de Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, la figura del guerrero bendecido con carnes y motores ya había pasado por el cine… y llevaba sostén.
Russ Meyer es el equivalente a Hugh Hefner en el cine norteamericano, de hecho fueron grandes amigos. Ambos aprovecharon cierta distensión de la censura, durante los prósperos años cincuenta norteamericanos, para sacar al mercado lo que muchos querían comprar: visiones de cuerpos desnudos. Meyer comenzó su producción erótica como fotógrafo durante los primeros años de Playboy, pero pronto se iría con sus chicas al cine para fundar el subgénero nudie con el film “The Immoral Mr. Teas” (1959) con un argumento que es el sueño de todo adolescente: un hombre desarrolla la habilidad de ver a través del vestido de las damas (¡me robaron la idea!). A partir de ahí los imitadores rodaron obras semejantes hasta el hartazgo, la mayoría de ellas eran simples exhibiciones de piel hilvanadas por una débil trama. Nuevamente pionero y obedeciendo sus obsesiones, Meyer agregó un nuevo ingrediente a la formula: la violencia. Apostando por las preferencias más inconfesables del público, Meyer rodaba cada película seguro de dar al público en la yema del gusto, divirtiéndolo sin mayores complicaciones, pero desarrollando una narrativa farsesca y dislocada, reconocible como su sello de autor.
Hoy muy lejos de ser considerada una película obscena, “Faster Pussycat Kill! Kill!” (1965) es vista como una atractiva extrañeza, revoltijo de arte pop, cultura del cómic y folletín erótico, para muchos la mejor de su director. A diferencia de la mayoría de sus películas, en esta cinta Meyer no se permitió ni un desnudo, aunque ganas no le faltarían ni a él ni después al público. Las tres protagonistas son Billie (Lori Williams), rubia de cinturita, ruda y hedonista; Rosie (Hají), asiática, agresiva y posiblemente lesbiana; y la temible Varla (Tura Satana), la líder, de cabellera negra, rasgos japoneses, tetona, grandota y malvada. De las tres la única con experiencia previa en la actuación era Tura Satana que anteriormente había aparecido en una película de Billy Wilder (Irma La Douce, 1963). Las otras dos tenían en su curriculum el logro, nada despreciable, de haber sido playmates. De todas maneras el talento histriónico en “Faster Pussycat” era un requisito sin importancia.
“Faster Pussycat Kill! Kill!” se inicia con una voz que diserta sobre la naturaleza de la violencia y advierte que su forma más letal se esconde bajo la piel de una mujer. “Podría ser tu secretaria, la recepcionista de tu doctor o una bailarina de un club nocturno”, y a continuación viene el ejemplo. Varla, Rosie, Billie son tres bailarinas que se contorsionan frenéticamente ante la lascivia de los parroquianos. Viajan por el desierto conduciendo sus porsche a toda velocidad con ganas de meterse en pleitos. En una pista de carreras encuentran a una pareja, un piloto experimentado y su novia Linda, menuda y dulce. Varla reta al piloto a una carrera, gana jugando sucio, discute con él, lo golpea y lo mata a mano limpia aplicándole una llave. Las chicas secuestran a Linda y huyen. Paran en una gasolinería, el encargado les cuenta que cerca de ahí vive un viejo inválido que esconde mucho dinero en su casa. Varla decide que irán por el botín. El viejo vive, rifle en mano, con sus dos hijos: Vegetable, musculoso pero retardado, y el tranquilo Tommy. Las villanas son recibidas con desconfianza y deseo. Pronto nuevas apariciones de violencia definirán el destino de los personajes.
En esta película todo es irreal, es como estar leyendo una historieta. Los diálogos no pretenden ser naturales, juegan siempre con el doble sentido. Las situaciones suceden velozmente y pasan sin mayor trámite desde forcejeos a rondas de insultos, cada cual más ingenioso, o peleas cuerpo a cuerpo y duchazos al aire libre. Todo esto enfatizado por una entretenida banda sonora de jazz y rock. Como puede apreciarse, la verosimilitud no es virtud que “Pussycat” aspire alcanzar. Meyer hasta lo afirma haciendo decir a Varla: “You don´t have to believe it, honey. Just act it.” (“No tienes que creerlo, querida. Sólo actúalo”).
"Faster Pussycat" y otras obras dieron a Russ Meyer el crédito suficiente para ser considerado uno de los directores más originales e influyentes del cine contemporáneo. Sin embargo, como su imaginación estuvo al servicio de uno de los géneros menos respetados, tuvieron que llegar tiempos, como los nuestros, donde las estéticas discordantes del pasado encuentran devotos, para elevarse a los altares de la crítica. Pero quien no tardó en premiar su originalidad fue el dinero. Las películas de Meyer están entre las más rentables del cine norteamericano, presupuestos ínfimos que recaudaron millones en taquila. Cuando Meyer realizó “Vixen” (1968), la historia de una ninfómana malhumorada y racista, se llenó tanto los bolsillos que Hollywood olvidó todos sus miramientos y decidió aprovechar esta nueva mina de oro. Para comenzar, contrató a su descubridor. Para la 20th Century Fox, Meyer dirigió otro de sus clásicos, “Beyond the Valley of the Dolls” (1970), proyectando sus obsesiones en miles de pantallas, pero esta vez con el acabado que permite el gran presupuesto. Otro de los sectores que, según cuentan, cambio de opinión respecto a Meyer fue, aunque suene irónico, las feministas (al menos algunas de ellas). Después de condenarlo por sexista, se vio con admiración que en sus fantasías las mujeres sean decididas, agresivas y en domino de la situación, mientras los hombres son desquiciados, violentos e impotentes. Toda una visión pop del poder femenino.
Russ Meyer es el equivalente a Hugh Hefner en el cine norteamericano, de hecho fueron grandes amigos. Ambos aprovecharon cierta distensión de la censura, durante los prósperos años cincuenta norteamericanos, para sacar al mercado lo que muchos querían comprar: visiones de cuerpos desnudos. Meyer comenzó su producción erótica como fotógrafo durante los primeros años de Playboy, pero pronto se iría con sus chicas al cine para fundar el subgénero nudie con el film “The Immoral Mr. Teas” (1959) con un argumento que es el sueño de todo adolescente: un hombre desarrolla la habilidad de ver a través del vestido de las damas (¡me robaron la idea!). A partir de ahí los imitadores rodaron obras semejantes hasta el hartazgo, la mayoría de ellas eran simples exhibiciones de piel hilvanadas por una débil trama. Nuevamente pionero y obedeciendo sus obsesiones, Meyer agregó un nuevo ingrediente a la formula: la violencia. Apostando por las preferencias más inconfesables del público, Meyer rodaba cada película seguro de dar al público en la yema del gusto, divirtiéndolo sin mayores complicaciones, pero desarrollando una narrativa farsesca y dislocada, reconocible como su sello de autor.
Hoy muy lejos de ser considerada una película obscena, “Faster Pussycat Kill! Kill!” (1965) es vista como una atractiva extrañeza, revoltijo de arte pop, cultura del cómic y folletín erótico, para muchos la mejor de su director. A diferencia de la mayoría de sus películas, en esta cinta Meyer no se permitió ni un desnudo, aunque ganas no le faltarían ni a él ni después al público. Las tres protagonistas son Billie (Lori Williams), rubia de cinturita, ruda y hedonista; Rosie (Hají), asiática, agresiva y posiblemente lesbiana; y la temible Varla (Tura Satana), la líder, de cabellera negra, rasgos japoneses, tetona, grandota y malvada. De las tres la única con experiencia previa en la actuación era Tura Satana que anteriormente había aparecido en una película de Billy Wilder (Irma La Douce, 1963). Las otras dos tenían en su curriculum el logro, nada despreciable, de haber sido playmates. De todas maneras el talento histriónico en “Faster Pussycat” era un requisito sin importancia.
“Faster Pussycat Kill! Kill!” se inicia con una voz que diserta sobre la naturaleza de la violencia y advierte que su forma más letal se esconde bajo la piel de una mujer. “Podría ser tu secretaria, la recepcionista de tu doctor o una bailarina de un club nocturno”, y a continuación viene el ejemplo. Varla, Rosie, Billie son tres bailarinas que se contorsionan frenéticamente ante la lascivia de los parroquianos. Viajan por el desierto conduciendo sus porsche a toda velocidad con ganas de meterse en pleitos. En una pista de carreras encuentran a una pareja, un piloto experimentado y su novia Linda, menuda y dulce. Varla reta al piloto a una carrera, gana jugando sucio, discute con él, lo golpea y lo mata a mano limpia aplicándole una llave. Las chicas secuestran a Linda y huyen. Paran en una gasolinería, el encargado les cuenta que cerca de ahí vive un viejo inválido que esconde mucho dinero en su casa. Varla decide que irán por el botín. El viejo vive, rifle en mano, con sus dos hijos: Vegetable, musculoso pero retardado, y el tranquilo Tommy. Las villanas son recibidas con desconfianza y deseo. Pronto nuevas apariciones de violencia definirán el destino de los personajes.
En esta película todo es irreal, es como estar leyendo una historieta. Los diálogos no pretenden ser naturales, juegan siempre con el doble sentido. Las situaciones suceden velozmente y pasan sin mayor trámite desde forcejeos a rondas de insultos, cada cual más ingenioso, o peleas cuerpo a cuerpo y duchazos al aire libre. Todo esto enfatizado por una entretenida banda sonora de jazz y rock. Como puede apreciarse, la verosimilitud no es virtud que “Pussycat” aspire alcanzar. Meyer hasta lo afirma haciendo decir a Varla: “You don´t have to believe it, honey. Just act it.” (“No tienes que creerlo, querida. Sólo actúalo”).
"Faster Pussycat" y otras obras dieron a Russ Meyer el crédito suficiente para ser considerado uno de los directores más originales e influyentes del cine contemporáneo. Sin embargo, como su imaginación estuvo al servicio de uno de los géneros menos respetados, tuvieron que llegar tiempos, como los nuestros, donde las estéticas discordantes del pasado encuentran devotos, para elevarse a los altares de la crítica. Pero quien no tardó en premiar su originalidad fue el dinero. Las películas de Meyer están entre las más rentables del cine norteamericano, presupuestos ínfimos que recaudaron millones en taquila. Cuando Meyer realizó “Vixen” (1968), la historia de una ninfómana malhumorada y racista, se llenó tanto los bolsillos que Hollywood olvidó todos sus miramientos y decidió aprovechar esta nueva mina de oro. Para comenzar, contrató a su descubridor. Para la 20th Century Fox, Meyer dirigió otro de sus clásicos, “Beyond the Valley of the Dolls” (1970), proyectando sus obsesiones en miles de pantallas, pero esta vez con el acabado que permite el gran presupuesto. Otro de los sectores que, según cuentan, cambio de opinión respecto a Meyer fue, aunque suene irónico, las feministas (al menos algunas de ellas). Después de condenarlo por sexista, se vio con admiración que en sus fantasías las mujeres sean decididas, agresivas y en domino de la situación, mientras los hombres son desquiciados, violentos e impotentes. Toda una visión pop del poder femenino.
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17 comentarios:
Hola Andrés: Gracias por comentar. La imagen de arriba del blog proviene de aquí: http://cinesifilis.blogspot.com/2006/05/donnie-darko.html
Te la recomiendo.
Gran blog!
me encanta el título! XD
Muchas gracias por pasarte por mondoputo!Eres d ela spocas personas que le ha moaldo LAND OF THE DEAD a mi em aprece muy buena. estaré atento a tus actualizaciones!
saludos!
El dato de dónde hallarla me parece un gran alcance de tu parte. Gracias.
me encanta russ meyer y sus tetonas, llevo tiempo detrás de conseguir la serie de supervixens... gracia spor comentar mi blog amigo
Yala!
Pues me faltaban los subtitulos, muchas gracias, a ver si la veo un día de estos. Saludos!
Me gusta tu blog, mu natural y bien escogidas las fotos.
Uff .. Las películas que comenta Andrés, siempre logran captar mi atención.
Serán las fotos escogidas?
Saludos,
nelson seguro que es por las fotos jajajja , como no va lograr la atencion ?
un saludossssssss
www.oktomanota.com
Si, en el emule se encuentra seguro,yo me la baje por casualidad, queria bajar El Orfanato y cuando la fui a ver me encontre en ésta ... jeje
Orishas ha sacado un video-clip en homenaje a esta película donde sale Rosi de Palma interpretando los tres papeles de las chicas malas y que esta muy bien :)
La banda de musicos argentinos Babasonicos ha hecho un gran homenaje a Faster Pussycat Kill Kill y a Tura Satana.
Lo podeis ver en you tube, el tema se llama "VIVA SATANA"
exelente el blog y los comentarios de las peliculas
Declaro solemnemente que ver esta pelicula es la razón ultima de mi existencia! quisiera encontrarla en un archivo de rapidshare u otro servicio similar, ya que no tengo el e-mule...
Esta misma pelicula (pero con más calidad y en PAL) la subí subtitulada en español a emule y a megaupload para mi blog. Los enlaces son:
Megaupload: http://www.megaupload.com/?f=76CX6CB1
No me deja editar el enlace a Emule, pero si poneis en el buscador Faster lantua os aparecera.
Un saludo
gracias por el post. Y a tí lantua por el enlace... me ha venido mu bien. Hace tiempo que me apetecia verla. Descargando y a ver si la veo pronto.
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