La invasión infinita

El director argentino Hugo Santiago había imaginado para su primer largometraje una ciudad imaginaria sitiada por fuerzas extrañas. Pensó que de escribirla lo haría a la manera de Borges y Bioy Casares. Suerte la suya fue tener en confianza a este último y poder ir a su casa a proponérselo. Después de experiencias desigualmente satisfactorias con el cine, una adaptación del relato “El Hombre de la esquina rosada” y la primera versión de “Emma Zunz” bajo el nombre de “Días de odio” (1954), Jorge Luis Borges es convocado por Casares para trabajar por primera vez como guionista. Junto a Santiago, el dúo de escritores se entusiasmó con el proyecto y echarían a andar la máquina de escribir.

Vista hoy “Invasión” nos sugiere además una metáfora anticipada del régimen fascista que secuestraría Argentina pocos años después. Los hombres de trajes claros, tal es como visten los invasores, capturan a un militante y la infame picana hace, posiblemente, su primera aparición en el cine argentino. Sin embargo, como en la Argentina real, en la invadida Aquilea florece una resistencia condenada a ser infinita.
El universo de Borges nos habla en "Invasión", principalmente, a través del tema del heroísmo. Como sucede en su literatura, el film refleja su fascinación por el coraje arrebatado y el destino fatal, a veces glorioso, a veces vano, de los héroes. En los boliches de Aquilea la valentía es lo más preciado. Por otra parte, "Invasión" está influida por la concepción borgeana del relato fantástico, es decir donde no existe lo "sobrenatural" sino la especulación de otras nociones del tiempo y el espacio, aplicadas a mundos imaginarios.

Seguramente debido a tales características, esta película fue un rotundo fracaso comercial en Argentina. Borges, que ya por entonces era ciego, nunca la pudo ver (aunque solía ver cine a oídas) pero lamento su fracaso. Tal vez de alguna forma todo esto también estaba previsto. Santiago se instaló definitivamente en Francia donde realizó, nuevamente en colaboración con Bioy Casares y Borges en el guión, “Les Autres” (Los Otros, 1974), la historia de un librero que buscando la causa del suicidio de su hijo, se encuentra con sus otros "yo". La carrera posterior de Santiago tomó rumbos todavía más vanguardistas, mezclando lo clásico con lo experimental, alternando la producción de “objeto audiovisuales” con esporádicas obras de ficción. Toda un filmografía solitaria y casi secreta que en su mayoría no estrenaría en Argentina. En 1985, con “Les Trottoirs de Saturne” (Las veredas de Saturno), vuelve a recrear Aquilea para contar la historia de un bandoneonista exiliado en París. Lo que en “Invasión” comenzó como una ciudad sitiada, en “Las veredas de Saturno” la ocupación abarca todo un país. Con la dictadura militar de por medio entre ambos filmes, lo fantástico, que en “Invasión” distanciaba el relato de un contexto histórico específico, en “Las veredas de Saturno” adquiere una connotación política y de añoranza por una patria irrecuperablemente perdida.









8 comentarios:
Pues la verdad que no me suena de nada. Me la pongo a bajar ya mismo. De Borges intenté leer "El Aleph" y me pareció insufrible, lo he intentado acabar en decenas de ocasiones y es superior a mí, no me entero de nada. ¿Esta película es tan complicado como sus relatos?
Saludos
Yo tampoco la conocía, gracias por el descubrimiento. Gracias por comentar en mi humilde blog, la verdad es que su blog mola bastante.
"Faster, Pussycat... " lo mejor que pudo hacer un ser humano (aunque todos sabemos que tito Russ estaba por encima de la especie humana), una persona que realiza un análisis de esta película como el suyo merece todos mis respetos.
Muy bien Andrés. Esta se me había escapado.
No sólo he encontrado este blog, sino que descubro que entre sus comentantes se encuentran dos insignes como iveldie y horrorscope... esto de las películas bizarrísimas me encanta, espero poder visitarle con frecuencia y encontrar joyas interesantes
Qué cantidad de descubrimientos te debo...
Gracias por enlace!
Esto sí que es una auténtica rara avis... y además, bien prometedora. Procederé a rebuscarla.
Un saludo!
en "el oro de los tigres" Borges refiere los que considera son los cuatro ciclos argumentales posibles, uno de ellos, la ciudad sitiada, ejemplarmente puesto en escena en esta película, de la cual supe gracias a este blog, un solo pero, el epílogo (que es tan epílogo que sale después de la palabra FIN), que adopta una postura política que la película, circunscrita al universo de lo poético, había evadido. Ese recurso panfletario e innecesariamente esperanzador, es tan torpe como el final de "Rebelión en l agranja" (la película), y Godard, Resnais, o Bresson no lo habrían usado jamás
si no fuera por esto, además de película de culto sería una obra maestra, igual fue un placer verla
Hola, estoy buscando los dos films y me es imposible encontrarlos...
Veo que en algún momento creaste un enlace para descargarlas pero ya no funciona, serías tan amable de ayudarme con la busqueda y facilitarme el acceso a ambas? te agradezco
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