Un modesto apocalipsis
Repentinamente me acordé de esas siete esferas gigantes con siete púas como cuernos: una bestia vaticinada en el Apocalipsis. No sé porqué la imagen se paseó por mi mente, pero la agarré de los pelos y traje de vuelta a una de las películas para adultos que más me impresionaron en mi niñez. La vi por televisión en una hora en que se suponía los niños dormían. Recuerdo que, además de ciertas escenas violentas, me impactó su fatalismo feroz. Cuando el Diablo quiere algo no hay quien lo pare. “Holocaust 2000” (1977) es una película apocalíptica hecha en un tiempo en el que era comercial anunciar el fin del mundo para el 2000, yo la vi bastante después cuando el mundo estaba una década más cerca a su final.
En esta película de medianoche un magnate aparece con la impopular idea de montar una planta nuclear en Tierra Santa. La prensa critica el proyecto, un líder político local le ha declarado la guerra y hasta Jesucristo parece querer disuadirlo. Cerca al lugar del proyecto hay una cueva con la palabra “Jesús” en la puerta. Allí supuestamente los primeros cristianos alucinaron el Juicio Final. Como un turista escéptico, el empresario visita la cueva y se toma la foto obligatoria que al ser revelada mostrará, cual photoshop, el dibujo de una bestia de siete cabezas como tenebroso fondo. Pero estamos tratando con un hombre de Ciencia que ignora los malos augurios y sigue adelante con sus ambiciones. Eso sí, sin pasar por alto que la maqueta de su planta nuclear lleva siete esferas con siete púas en cada una, lo que le otorga cierto parecido con la bestia que se coló en la foto. Sin embargo, el magnate y su hijo están decididos a sacar el proyecto adelante y contactan a un Premio Nobel de Física para obtener su visto bueno. El científico somete el proyecto al escrutinio de sus computadoras pero estas prácticamente se pondrán a rezar pues arrojarán como toda respuesta unas cifras que se asemejan a la palabra “Jesús”. Ya con el bichito de la duda, el empresario acude a un teólogo que le muestra un libro antiguo donde está dibujada la misma bestia. Es decir, sólo faltaba que la foto del empresario aparezca en el libro del Apocalipsis. Por si no estuviera todavía del todo seguro, un fanático religioso, después de fracasar en asesinarlo, le grita que de su prole nacerá el Anticristo.
El magnate en cuestión es Kirk Douglas en el otoño de su carrera actoral. Así como le pasó a su colega Charlton Heston cuando el tiempo de los “grandes roles” ya había pasado y ahora se asomaban a su puerta los productores de “géneros menores”, como el Horror y la Ciencia Ficción, el viejo Kirk participó en títulos como “Saturno 3” (1980), “La furia” (1978) o “Holocaust 2000” (1977). Tal vez Heston tuvo más suerte, hoy muchos lo recuerdan mejor por “El planeta de los simios” (1968) que por “Ben-Hur” (1959). Pero Kirk Douglas, que decía que su especialidad actoral era interpretar a hijos de puta, no se comportaba como tal si su director no era Stanley Kubrick, por el contrario era todo un profesional que incluso a sus 60 años se desnudaba y tenia escenas de cama si el guión lo exigía.
En “Holocaust 2000”, Kirk hace su mejor esfuerzo para parecer convincente en un perezoso relato sobre el fin del mundo. Ahí lo vemos a su edad en una actuación maratónica, contemplando con zozobra, luciendo trajes de ejecutivo, sorteando muertes accidentales, forzando a su chica a entrar en la clínica de abortos (y luego a la Iglesia), luchando a mano limpia con todo un pabellón del manicomio y corriendo en una pesadilla con el culo al aire.
El responsable de esta insensatez es un italiano llamado Alberto De Martino. Era un director poco interesado en pasar a la posteridad que realizó varios refritos a la italiana de películas de moda. Luego de probar suerte en el horror gótico, en el giallo y en épicas de espadas y sandalias, De Martino descubre que le irá mejor si remeda lo que el público acaba de aplaudir. A expensas de James Bond concibe “OK Connery” (1967), poseído por la taquillera “The exorcist” (1973) escupe “The anticrist” (1974) y alertado por la apocalíptica “The Omen” (1976) profetiza “Holocaust 2000” (1977). Pero una vez tuvo la oportunidad de anticiparse a la película que estaba copiando. En 1982 realizó “Blood link” sobre dos hermanos siameses, uno de ellos homicida, años antes de que se le ocurriera algo similar a David Cronenberg para “Dead Ringers” (1988).
Aunque ahora, nueve años después del “fin del mundo”, nadie se acuerde de “Holocaust 2000”, no es una película indigna del Anticristo. Sacando provecho de un Kirk Douglas en forma, De Martino se las arregla para lograr una atmósfera opresiva que anticipa que el mal siempre triunfa. Cuando el empresario se da cuenta, ¡por fin!, que su planta nuclear será el origen de la debacle del mundo e intenta ponerle freno, tarde será para dejar de ser un peón de la fatalidad. Su hijo Angel Caine, a quien no tenemos que hurgarle el 666 para saber que es el Anticristo, barrerá con todo obstáculo y naturalmente la sangre correrá. Una hélice rebanará la cabeza de un opositor, una puerta corrediza ajustará la cintura del científico dubitativo e incluso el viejo Kirk terminará de interno en un siquiátrico de paredes transparentes. La escena que más me impacto de niño es justamente esta: los locos zarandeando al papá del Diablo.
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En esta película de medianoche un magnate aparece con la impopular idea de montar una planta nuclear en Tierra Santa. La prensa critica el proyecto, un líder político local le ha declarado la guerra y hasta Jesucristo parece querer disuadirlo. Cerca al lugar del proyecto hay una cueva con la palabra “Jesús” en la puerta. Allí supuestamente los primeros cristianos alucinaron el Juicio Final. Como un turista escéptico, el empresario visita la cueva y se toma la foto obligatoria que al ser revelada mostrará, cual photoshop, el dibujo de una bestia de siete cabezas como tenebroso fondo. Pero estamos tratando con un hombre de Ciencia que ignora los malos augurios y sigue adelante con sus ambiciones. Eso sí, sin pasar por alto que la maqueta de su planta nuclear lleva siete esferas con siete púas en cada una, lo que le otorga cierto parecido con la bestia que se coló en la foto. Sin embargo, el magnate y su hijo están decididos a sacar el proyecto adelante y contactan a un Premio Nobel de Física para obtener su visto bueno. El científico somete el proyecto al escrutinio de sus computadoras pero estas prácticamente se pondrán a rezar pues arrojarán como toda respuesta unas cifras que se asemejan a la palabra “Jesús”. Ya con el bichito de la duda, el empresario acude a un teólogo que le muestra un libro antiguo donde está dibujada la misma bestia. Es decir, sólo faltaba que la foto del empresario aparezca en el libro del Apocalipsis. Por si no estuviera todavía del todo seguro, un fanático religioso, después de fracasar en asesinarlo, le grita que de su prole nacerá el Anticristo.
El magnate en cuestión es Kirk Douglas en el otoño de su carrera actoral. Así como le pasó a su colega Charlton Heston cuando el tiempo de los “grandes roles” ya había pasado y ahora se asomaban a su puerta los productores de “géneros menores”, como el Horror y la Ciencia Ficción, el viejo Kirk participó en títulos como “Saturno 3” (1980), “La furia” (1978) o “Holocaust 2000” (1977). Tal vez Heston tuvo más suerte, hoy muchos lo recuerdan mejor por “El planeta de los simios” (1968) que por “Ben-Hur” (1959). Pero Kirk Douglas, que decía que su especialidad actoral era interpretar a hijos de puta, no se comportaba como tal si su director no era Stanley Kubrick, por el contrario era todo un profesional que incluso a sus 60 años se desnudaba y tenia escenas de cama si el guión lo exigía.
En “Holocaust 2000”, Kirk hace su mejor esfuerzo para parecer convincente en un perezoso relato sobre el fin del mundo. Ahí lo vemos a su edad en una actuación maratónica, contemplando con zozobra, luciendo trajes de ejecutivo, sorteando muertes accidentales, forzando a su chica a entrar en la clínica de abortos (y luego a la Iglesia), luchando a mano limpia con todo un pabellón del manicomio y corriendo en una pesadilla con el culo al aire.
El responsable de esta insensatez es un italiano llamado Alberto De Martino. Era un director poco interesado en pasar a la posteridad que realizó varios refritos a la italiana de películas de moda. Luego de probar suerte en el horror gótico, en el giallo y en épicas de espadas y sandalias, De Martino descubre que le irá mejor si remeda lo que el público acaba de aplaudir. A expensas de James Bond concibe “OK Connery” (1967), poseído por la taquillera “The exorcist” (1973) escupe “The anticrist” (1974) y alertado por la apocalíptica “The Omen” (1976) profetiza “Holocaust 2000” (1977). Pero una vez tuvo la oportunidad de anticiparse a la película que estaba copiando. En 1982 realizó “Blood link” sobre dos hermanos siameses, uno de ellos homicida, años antes de que se le ocurriera algo similar a David Cronenberg para “Dead Ringers” (1988).
Aunque ahora, nueve años después del “fin del mundo”, nadie se acuerde de “Holocaust 2000”, no es una película indigna del Anticristo. Sacando provecho de un Kirk Douglas en forma, De Martino se las arregla para lograr una atmósfera opresiva que anticipa que el mal siempre triunfa. Cuando el empresario se da cuenta, ¡por fin!, que su planta nuclear será el origen de la debacle del mundo e intenta ponerle freno, tarde será para dejar de ser un peón de la fatalidad. Su hijo Angel Caine, a quien no tenemos que hurgarle el 666 para saber que es el Anticristo, barrerá con todo obstáculo y naturalmente la sangre correrá. Una hélice rebanará la cabeza de un opositor, una puerta corrediza ajustará la cintura del científico dubitativo e incluso el viejo Kirk terminará de interno en un siquiátrico de paredes transparentes. La escena que más me impacto de niño es justamente esta: los locos zarandeando al papá del Diablo.
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4 comentarios:
Hola andrès, que tal. Que bueno que haz vuelto a escribir, ya se te extrañaba.Yo siempre voy al cine club de la casona de san marcos, una consulta: ahora que el sr garcia ya no va a estar ahi, el cine club va a seguir funcionando, tù vas a seguir ahi, porque la verdad me gustaba que hicieras la presentaciòn de la pelicula y me parecia bastante bacàn esa forma de enseñar ,bueno suerte y que te vaya bien. ana cecilia.
F-ORMIDABLE
Fantastico este blog,saludos.
Muy buen comentario sobre esta peli, yo la vi de crio y me gusto bastante. Aunque ha envejecido mal.
Enhorabuena por el blog. Un saludo
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