Agarrando pueblo

Hurgando en la basura el cine colombiano encontró días de prosperidad. Estimuladas por la buena recepción festivalera y con la bendición del intelectual local que las ensalzaba como “denuncia social”, miserias de todo pelaje cruzaron el Atlántico en latas de película. Su producción había sido propiciada por una ley, impuesta en 1971, llamada “del sobreprecio”: el espectador pagaba unos pesos adicionales para financiar al cine colombiano. Al amparo de este beneficio se rodaron infinidad de cortos cuya exhibición era obligatoria en todas las salas. Los cortos presentaba lugares turísticos, escenas de humor costumbrista pero, en especial, se concentraban en “retratar” la miseria cotidiana. Oportunistas con cámara mortificaron a los espectadores con productos ramplones, opacos en lo artístico y muchas veces realizados en complicidad con los exhibidores. En esta espesa maleza cinematográfica destacaron unos pocos por su autenticidad, como "Chircales" (1972), y por su eficiente sensacionalismo, como “Gamín” (1976), aplaudido en Europa. Pero en general para el público sólo significó soportar minutos de ineptitud cinematográfica nacional antes de la película gringa. El cine colombiano, con una cantidad de producción nunca antes vista pero sin controles de calidad, perdió una oportunidad de volverse industria y se desprestigio a sí mismo, corrompido por el oportunismo.

El equipo de filmación de “¿El Futuro para Quién?” sale a las calles de Cali con sus latas de película para recolectar imágenes de existencias miserables. Se topan con un mendigo y que agite más el tarro, le piden. Acechan a una niña sentada en la acera, exasperan a una anciana, registran a una loca de la calle. ¿Qué nos falta? ¿A ver qué más de miseria hay? Nos falta un loco. ¿Sabe donde podemos encontrar a un loco?, preguntan a su taxista. Entonces encuentran a un hombre que se quema la lengua, restriega su cara y espalda con vidrio molido y se lanza a través de un aro con cuchillos oxidados. Al día siguiente deben filmar el epílogo: la reflexión del reportero luego de entrevistar a una familia paupérrima. Contratan a personas que traen sus vestuarios de “pobres” y se inmiscuyen en una casucha sin sospechar que el dueño después irrumpirá en medio del encuadre. ¡Con que agarrando pueblo! Intentarán convencerlo de dejarlos filmar ahí. Su casa ha sido elegida entre muchas otras, ¿sabía? Más del 25% de las casas de los colombianos es igual a la suya. Y si hay tantas ¡por qué esta!










7 comentarios:
Gracias por esta recomendación totalmente desconocida para mi. Saludos!
Desde luego que para encontrar determinadas secuencias o te vas al cine sudamericano o a los Monty python. Mirad éste enlace: cine dentro del cine dentro del cine (los 3 últimos segundos os lo aclaran tódo).
http://www.youtube.com/watch?v=P5VMVT5ZqeM
Hola Andrés!
Primero que nada, queria disculparme, porqué aunque soy una asidua lectora de tu blog nunca he dicho esta boca es mia, y mira que tengo que agradecerte, porqué me has descubierto y re-descubierto joyas del cine. Así que, muchas gracias!!
Te queria preguntar algo, tengo un blog recién nacidoy me gustaría saber cómo colocar los enlaces eD2k
¿Me podrias explicar?
Gracias de antemano!
Krix.
Gracias gracias!!!
Me pongo ya a ello,
un besazo!
K.
me le he visto, y la recomiendo, una bonita y sincera critica... ademas de divertida.
Ahi la tngo directamente de la autobiografia publicada de Carlos Mayolo. pero todavia no le he dado tiempo. ¿Sabes que me consegui tres cortos muy ineresantes de la colaboración CAICEDO - OSPINA . MAYOLO? Te recomiendo mucho Asuncion o Calñi: De película.
Criss CrOSS
Maravillosa esta pelicula. Gracias por ilustrarme!
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