Cicatrices de la memoria
“Nada diferencia los recuerdos de los momentos habituales. Sólo más tarde se dan a conocer cuando muestran sus cicatrices.” En una mañana cualquiera, en un aeropuerto de París, un niño observa el rostro de una mujer. De repente, un hombre que corre hacia ella es derribado de un disparo. Pocos años después estalla la III Guerra Mundial y París es destruida. Aquel niño, ahora uno de los sobrevivientes, se aferra al recuerdo de esa mujer como protección ante una memoria desoladora. “La Jetée” (1962) era un corto que hacía de “telonera” a “Alphaville” (1965) de Jean-Luc Godard, el film de Ciencia Ficción de la Nueva Ola francesa, por excelencia. El aperitivo era quizá mejor que el plato fuerte. Una historia de viajes en el Tiempo contaba con la intrepidez formal de quienes querían romper con el pasado.
“La Jetée” (en español quizá “el embarcadero”) es una “foto-novela” de Chris Marker. Su narración está compuesta enteramente por imágenes fijas hilvanadas por una voz en off, susurros y música. En el apremiante mundo de post-guerra, la humanidad necesita pedir ayuda del pasado y el futuro para retomar su camino. Los sobrevivientes de la catastrofe son sometidos a experimentos. Mediante inyecciones se les induce a viajar en el Tiempo en busca de “fuentes de alimento y energía” para el presente. Después de varios intentos dan con el hombre indicado: aquel en cuya mente yace la obsesión por la imagen de una mujer del pasado. No sin sufrimiento, el hombre logra trasladarse a aquel momento y hace contacto con la mujer. Su compañia es intermitente, ella se acostumbra a quien llama “mi espectro” pues él debe volver al presente y a su condición de conejillo de indias. Cuando la ve por última vez no sabe que su próximo viaje será hacia el futuro. Allí constata que la humanidad ha logrado sobrevivir, pero ya hábil en el viaje temporal, rechaza a los espías del pasado. Quienes los interceptan acceden a entregarle “unidades de energía”, suficientes para reactivar la industria del pasado. Cumplido el objetivo, el hombre ya no es de utilidad para sus carceleros. Presiente que será ejecutado. Hombres del futuro le ofrecen ir con ellos a su tiempo, pero él prefiere volver a ese momento de la infancia, al embarcadero, y “a la mujer que, quizás, le estaba esperando”. Y a ese lugar vuelve, corre hacia ella, creyendo que podrá eludir el Tiempo.
Tremenda antesala para “Alphaville”. Por sí misma, “La Jetée” gozó desde el principio de gran reconocimiento de parte de los críticos quienes, en ese tiempo propulsores de un cine de ruptura, la encontraron sumamente motivadora. Ha inspirado variedad de interrogantes. Su propia adhesión al género de Ciencia Ficción ha sido puesto en duda, con el argumento de que los giros fantasiosos de su trama en realidad apuntan a sugerirnos otras cosas, más cotidianas pero profundas. Algo que tampoco es inusual en las películas cuya naturaleza de Ciencia Ficción nunca ha sido discutida. Un crítico encuentra en “La Jetée” una lectura del mito platónico de La Caverna. Para los sobrevivientes cautivos en lo subterráneo, cegados por las sombras, el viaje en el tiempo es el camino para “recordar” la verdad de las formas. Incluso a mi me inspiró un referente literario. Tuve la misma impresión que sentí con aquel cuento de Borges, “El milagro secreto”, donde un escritor logra concluir una obra teatral mentalmente, en el año de tiempo detenido que Dios le concede desde que es detonada la bala que lo ejecutará hasta que esta lo mata.
Más de acuerdo estaremos quizá viendo a “La Jetée” como una película sobre la pérdida. Sobre la felicidad pasada, que en el presente sólo se sostiene de un recuerdo que va confundiendose con lo soñado. Por eso el estilo de la narración resulta espléndidamente pertinente. Imágenes congeladas que parecen recuerdos capturados de una memoria que ha presenciado todos los tiempos. Sólo un instante de “La Jetée” tiene el don del movimiento y es cuando la mujer, que hemos visto dormida en una secuencia de imágenes, despierta y abre los ojos. Estremecidos quedamos quienes parecemos ser observados por ella.
Chris Marker es un director de documentales, “La Jetée” es su único y exitoso ejercicio en la ficción. En los cincuenta, su producción primera estuvo concentrada, como otros hacían en su generación, en criticar el colonialismo y aplaudir la Revolución Cubana, por ejemplo. Posteriormente hizo “ensayos fílmicos” sobre Kurosawa y Tarkovsky. Sus obras siempre han estado en la búsqueda de un lenguaje filmico propio, experimentando con la voz en off, las contradicciones en el montaje y el discurso político. Así como sus películas, su imagen pública tiene de hermetismo. Casi no da entrevistas y cuando alguien le pide una fotografía suya para un reportaje, envía la foto de un gato.
“La Jetée”, casi olvido mencionar este dato ahora elemental, debe su buena salud actual gracias a que “Doce monos” (1995) de Terry Gilliam toma las ideas principales de su argumento de este corto francés. “La Jetée” fue salvada por el Futuro del género que ayudó a formular.
“La Jetée” (en español quizá “el embarcadero”) es una “foto-novela” de Chris Marker. Su narración está compuesta enteramente por imágenes fijas hilvanadas por una voz en off, susurros y música. En el apremiante mundo de post-guerra, la humanidad necesita pedir ayuda del pasado y el futuro para retomar su camino. Los sobrevivientes de la catastrofe son sometidos a experimentos. Mediante inyecciones se les induce a viajar en el Tiempo en busca de “fuentes de alimento y energía” para el presente. Después de varios intentos dan con el hombre indicado: aquel en cuya mente yace la obsesión por la imagen de una mujer del pasado. No sin sufrimiento, el hombre logra trasladarse a aquel momento y hace contacto con la mujer. Su compañia es intermitente, ella se acostumbra a quien llama “mi espectro” pues él debe volver al presente y a su condición de conejillo de indias. Cuando la ve por última vez no sabe que su próximo viaje será hacia el futuro. Allí constata que la humanidad ha logrado sobrevivir, pero ya hábil en el viaje temporal, rechaza a los espías del pasado. Quienes los interceptan acceden a entregarle “unidades de energía”, suficientes para reactivar la industria del pasado. Cumplido el objetivo, el hombre ya no es de utilidad para sus carceleros. Presiente que será ejecutado. Hombres del futuro le ofrecen ir con ellos a su tiempo, pero él prefiere volver a ese momento de la infancia, al embarcadero, y “a la mujer que, quizás, le estaba esperando”. Y a ese lugar vuelve, corre hacia ella, creyendo que podrá eludir el Tiempo.
Tremenda antesala para “Alphaville”. Por sí misma, “La Jetée” gozó desde el principio de gran reconocimiento de parte de los críticos quienes, en ese tiempo propulsores de un cine de ruptura, la encontraron sumamente motivadora. Ha inspirado variedad de interrogantes. Su propia adhesión al género de Ciencia Ficción ha sido puesto en duda, con el argumento de que los giros fantasiosos de su trama en realidad apuntan a sugerirnos otras cosas, más cotidianas pero profundas. Algo que tampoco es inusual en las películas cuya naturaleza de Ciencia Ficción nunca ha sido discutida. Un crítico encuentra en “La Jetée” una lectura del mito platónico de La Caverna. Para los sobrevivientes cautivos en lo subterráneo, cegados por las sombras, el viaje en el tiempo es el camino para “recordar” la verdad de las formas. Incluso a mi me inspiró un referente literario. Tuve la misma impresión que sentí con aquel cuento de Borges, “El milagro secreto”, donde un escritor logra concluir una obra teatral mentalmente, en el año de tiempo detenido que Dios le concede desde que es detonada la bala que lo ejecutará hasta que esta lo mata.
Más de acuerdo estaremos quizá viendo a “La Jetée” como una película sobre la pérdida. Sobre la felicidad pasada, que en el presente sólo se sostiene de un recuerdo que va confundiendose con lo soñado. Por eso el estilo de la narración resulta espléndidamente pertinente. Imágenes congeladas que parecen recuerdos capturados de una memoria que ha presenciado todos los tiempos. Sólo un instante de “La Jetée” tiene el don del movimiento y es cuando la mujer, que hemos visto dormida en una secuencia de imágenes, despierta y abre los ojos. Estremecidos quedamos quienes parecemos ser observados por ella.
Chris Marker es un director de documentales, “La Jetée” es su único y exitoso ejercicio en la ficción. En los cincuenta, su producción primera estuvo concentrada, como otros hacían en su generación, en criticar el colonialismo y aplaudir la Revolución Cubana, por ejemplo. Posteriormente hizo “ensayos fílmicos” sobre Kurosawa y Tarkovsky. Sus obras siempre han estado en la búsqueda de un lenguaje filmico propio, experimentando con la voz en off, las contradicciones en el montaje y el discurso político. Así como sus películas, su imagen pública tiene de hermetismo. Casi no da entrevistas y cuando alguien le pide una fotografía suya para un reportaje, envía la foto de un gato.
“La Jetée”, casi olvido mencionar este dato ahora elemental, debe su buena salud actual gracias a que “Doce monos” (1995) de Terry Gilliam toma las ideas principales de su argumento de este corto francés. “La Jetée” fue salvada por el Futuro del género que ayudó a formular.
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10 comentarios:
Encuentro en una pequeña errata (Terry William por Terry Gilliam) la excusa perfecta para felicitarte y agradecerte las reseñas, que estan mas cerca de una amena charla de cafe entre cinefilos que de la esteril nota de diario.
Cuanto cine me falta ver!
Ahora, una pregunta tecnica... no probaste utilizar el protocolo bittorrent para tus descargas en lugar de la lenta e impredecible mula? puedo ofrecerte invitaciones para un par de trakers privados (24fps, karagarga)donde se encuentran perlas inenarrables!
Saludos desde Argentina
Hola, Ariel
Muchas gracias por indicarme la errata. Si no me decias ni me enteraba. Cosas de la autocorrección del Word.
Muchas gracias por los elogios. Justamente es ese mi propósito, tratar que el escribir sobre cine sea algo interesante en sí mismo.
Bueno, sobre el la Mula, en realidad nunca he tenido problemas con ella. Hasta ahora no me ha defraudado, pero tampoco he investigado nada sobre otros programas. He oido que bittorrent es mucho mejor, pero no se nada. Te agradecería que me contaras más.
saludos desde el Perú
andrés
SIempre interesantes tus comentarios amigo mío, no sabía de este corto y lo vamos a bajar...
Saludos desde Chile
Eduardo Albornoz
Que interesante recomendación es la que nos traes otra vez, estimado Andrés. Este cortometraje se ve muy interesante y hay que verlo, si señor.
Saludos,
Excelente!!! Desde que vi Doce Monos he estado interesado en ver el corto inspiración, y mirá que no se había ocurrido buscarlo en la web.
Todavía más interesado con esto que se trata de un trabajo de imagen fija, precisamente mi inquietud desde hace varios años ha sido realizar videos desde tecnicas puramente fotograficas,creo que voy a disfrutar mucho esta recomendación tuya.
Gracias!!!
menuda maravilla de film... yo tenía una copia cutre en vídeo, pero he decidio bajarla y se ve genial. Siempre confío en tus enlaces.
Un abrazo.
Derzu, "La jetee" es una joyita del cine frances, como tu dices una excelente antesala de lo que será "Alphaville" prefigurando muchos de los detalles estéticos de ésta. Que genialidad de construir un futuro distópico con toda la arquitectura que uno puede tener a la mano, manipulando con la fotografía fija, en el caso de "La jetee" y de la fílmica en el caso de la peli de Godard con la inestimable ayuda de Coutard.
Saludos Derzu y sigue con el excelente trabajo!!!
Hola, me gusta como rescatas estas pequeñas joyas olvidadas o poco reconocidas de la historia del cine. Saludos!
Resulta curioso que La Jetée, sea la única incursión de Marker en la Ciencia-Ficción. Una vez vista la película, parece que el director sea todo un experto en el género. Recientemente la volví a ver y la sensación fue de igual o mayor satisfacción que cuando la vi por primera vez.
La versión de Gilliam no desmerece en absoluto la obra original, también es una gran película, atrevida y personal, pero creo que se han de interpretar como dos obras distintas, con una base común pero con una mínima interrelación, ya que de lo contrario se crea una cierta fricción entre ambos trabajos, que siempre se me ha antojado como innecesaria.
¡Hola! Mira, se consigue en YouTube: http://www.youtube.com/watch?v=3RvmJan17q8
Un saludo colombiano.
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